Es un libro extenso de 386 poemas (cinco de ellos son de Andrés de Bonilla, su hijo) en el que se mezclan metros tradicionales e italianos y está considerado por muchos como la mejor producción del poeta baezano. En este libro Alonso de Bonilla canta el nombre de María y sus atributos, en gran parte, relacionados con la letanía. Todo el sentido de la obra enlaza con la polémica sobre la Concepción sin mancha de la Virgen. Con ello, vuelve a ponerse de manifiesto su especial inclinación al tema de la Inmaculada, tan preciosamente expuesto en el soneto estudiado por Manuel Morales y tomado de Peregrinos pensamientos. (M. D. Rincón)