Movido por su afán didáctico, Jiménez Patón compuso las dos obras que integran este volumen. Más que tratados del estilo de los de Nebrija, Villalón o el Brocense, son manuales prácticos ajustados en su conjunto a la disposición de las gramáticas greco-latinas y seguramente redactados para el uso de sus alumnos. En ellos abundan explicaciones y etimologías que nos recuerdan al mismo Sebastián de Covarrubias, a quien está dedicada la segunda de las dos obras. (M. D. Rincón).